México
Judith García / El Sol de México
Ciudad de México.- Entre 150 y 250 salarios mínimos gana mensualmente cada integrante de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que recibieron la pasada Navidad un iPad de regalo, con valor de 12 mil pesos, enviados por la diputada panista Josefina Vázquez Mota.
Fuentes religiosas confirmaron que la situación económica de los 84 obispos, de ninguna manera puede ser considerada de pobreza, por su jerarquía en la estructura de la Iglesia católica.
Dejaron claro que dependiendo de las órdenes religiosas que provengan, los sacerdotes no están obligados a ejercer el "voto de pobreza" en su vida cotidiana ni religiosa.
Respecto a las 84 iPpad's enviadas por Vázquez Mota y compradas con recursos de la Fundación Luis María Martínez, institución de asistencia privada, para "obispos, sacerdotes y religiosas en situación de pobreza", se negaron a confirmar si ese regalo fue aceptado por todos los prelados.
Dijeron ignorar de dónde provinieron los recursos de las iPad, enviadas por la exsecretaria de Educación Pública (SEP), porque cuando se tratan de personajes públicos o políticos reconocidos, no se hacen averiguaciones.
"Pero, estamos seguros que son recursos legales".
Tampoco quisieron informar si algún otro funcionario público había ofrecido regalos similares a todos los integrantes de la CEM. Por lo regular, indicaron, se realiza de manera personal y selectivamente, no se le dan a todos.
Señalaron que como asociación religiosa están obligados a dar cuenta de los regalos o donativos que reciban ante las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por lo que nada queda en lo oscurito ni se presta a suspicacias.
En la primera quincena de noviembre, la diputada Josefina Vázquez Mota, Coordinadora del Grupo Parlamentario de Acción Nacional, sostuvo un encuentro con a los Obispos en su XC Asamblea Plenaria. Ahí, trascendió que la legisladora panista había ofrecido ese regalo de fin de año a cada integrante de la CEM.
* REGALOS DEL CIELO
Recordaron que antes de que cambiaran las relaciones Iglesia-Estado, no había este tipo de transparencia en todo lo que llegaba a las arcas de las iglesias, desde limosnas hasta bienes inmuebles.
Aunque era un secreto a voces, la misma feligresía desacreditaba las historias y versiones argumentando que se trataban de ataques contra la Iglesia católica o el párroco de la comunidad.
Ahora, precisaron, la situación es diferente y más de ocho mil templos católicos en el país tienen que rendir cuentas dos veces al año, porque somos administradores y no dueños de los dineros que donan los feligreses.
En marzo pasado, El Sol de México hizo pública parte de la gran fortuna durante 33 años que amasó el exabad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg Prado, quien dejó cuentas millonarias en pesos y dólares, así como propiedades a sus familiares.