CARTA A UN SECUESTRADOR SICARIO

 

Dominguez Rodríguez Esmeralda

Tengo miedo, sabes ? poco a poco mi ciudad comienza a asfixiarse, la sociedad ya no respira el aire de la tranquilidad que la caracterizaba, quiere soltarse de las garras que la hacen ponerse morada, me siento triste, tengo muchas ganas de llorar, de gritar, pero nadie escuchara.

Ya no podemos salir al cine, caminar por las calles de mi ciudad, estar en un centro comercial tranquilamente porque quizás ahí estés tu también, asechando como hiena a su presa para devorarla, estamos obligados a cuidar nuestra mirada, no podemos ver como antes, estamos en los limites de la vida y la muerte.

Tengo terror de que una bala calibre cualquiera, arrebate la vida a un ser querido, a mi amigo, a mi vecino, a mi, siento rabia porque no te pones a pensar en el dolor que sentiría si algo así le sucediera a las personas que amo.

Eres insensato, rudo, malévolo, de pensamientos diabólicos, destazador de humanos, estas hecho de maldad, odio, eres frío, el calor humano esta ausente en ti, el amor a tus semejantes no existe porque tienes un corazón de hielo.

Me da miedo manejar mi coche por la carretera, ya no puedo salir a la playa porque quizás en el camino te encuentre y me hagas daño.

Mi ciudad, mi pequeña ciudad la has convertido en un destazadero en donde los animales somos nosotros la sociedad, porque ustedes se han encargado de que así sea.

Quieren jugar a ser Dioses, pero no son nada, porque no tienen vida.

Tengo metas, ilusiones, pero contigo asechando como perro salvaje sera un albur que pueda cumplirlas, olvidaste que eres un ser humano.

A veces me pregunto, como eras de niño? jugabas con tus amigos? compartías lo que tenias con tus amigos, con tus hermanos?...amas a tus padres? me hago muchas preguntas porque no te conozco y ahora se que ni tu te conoces porque eres capaz de cometer los mas horrendos crímenes.

Me encantaría volver a caminar de noche por mis calles de mi querida ciudad, sin preocuparme de quien va atrás de mi, de quien va en ese carro.

Te pediré un favor, tócate el corazón pon tu mano en tu pecho y siéntelo, así late el mio también y latió el de todos aquellos a los que les has arrebatado la vida.

Reacciona !  también eres un ser humano !.