COLUMNA Claudicando

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San Blas Nayarit merece mejores gobernantes

Claudia Isela

San Blas Nayarit, es un lugar paradisiaco, lleno de prometedoras formas de crecimiento e inversión turística y productividad económica en nuestro País, por ende se sabe que San Blas es un medio de enriquecimiento para algunos politicuchos flacos de caballada, que son solo oportunistas del hueso y la mordida a lo que se deje o ponga enfrente.

Hoy por hoy, este inigualable municipio ha sido ejemplo de fortaleza natural y grandeza humana en su gente y, aunque siguen amputando varias extremidades de su entereza, sigue siendo desafortunadamente trampolín político y económico para los bolsillos de unos cuantos que llegan, se llenan las ansias de dinero y se van.

La gente siempre ha sido solo parte de las piezas clave para los que han llegado a gobernar San Blas, unos no tanto, pero otros mas que estos, han arrancado la esperanza en las personas de buena voluntad que esperan que la mentada suerte, que no es mas que poner a alguien en el gobierno con compromiso verdadero, llegue de una vez y para quedarse en este lugar que también es Riviera Nayarit.

Este rincón nayarita que también es parte de México para el recordatorio de los altos gobernantes de nuestro País, es mucho más de lo que su sentido común puede suponer en cuanto a la grandeza de San Blas.    

Mas que una visita relámpago por nuestro estado del primer mandatario de México a lo mejor en la Riviera Nayarit, debiera  hacer concienzudamente un recorrido por este municipio, para darse cuenta de lo olvidado que esta, de lo lejos que se encuentra de sus ganas de  hacer algo por este lugar, por esta cabecera municipal histórica que grita a oídos sordos su salvación, ésta, que pide rescatarle de las perversas intenciones de la que es utilizada constantemente, esta ciudadanía que grita para sus adentros también por temor de externarlo, que esta harta de lo mal que se gobierna aquí.